Aprendemos jugando
Los niños y niñas de tres años han demostrado una capacidad asombrosa de adaptación. Estos pequeños han atravesado un período crucial, marcado por cambios significativos. Las primeras semanas, se han convertido en un espacio de descubrimiento, aprendizaje y exploración. Han comenzado a explorar el mundo que les rodea, rodeados de sus profesores, fomentando así la estimulación.
Uno de los aspectos más notables de esta adaptación es la evolución en las habilidades comunicativas y sociales de estos niños. A medida que se sumergen en un entorno de aula, aprenden a interactuar con sus compañeros y maestros, estableciendo relaciones y desarrollando habilidades.
Por eso, hemos comenzado a realizar actividades manipulativas que desempeñan un papel fundamental en este proceso de aprendizaje. Algunas de las actividades manipulativas que hemos realizado son:
– Juegos de construcción: Los bloques de construcción de diferentes tamaños y formas permiten a los niños explorar conceptos de equilibrio, simetría y estructura mientras desarrollan habilidades motoras finas. Pueden crear torres, casas, puentes y otros objetos utilizando su imaginación.
– Juegos con plastilina: La plastilina es una herramienta para fomentar la creatividad y la coordinación motora fina. Los niños pueden crear formas, figuras y objetos mientras exploran texturas y colores.
– Juegos de encajar: Con los policubos y las tuercas, podemos crear diversas figuras. Esto mejora la destreza manual y la coordinación motora fina.
– Arte y manualidades: Proporcionando los materiales necesarios, los niños y niñas pueden crear obras de arte y expresar su creatividad a través de la pintura y el dibujo.
Estas actividades manipulativas no solo hacen que el aprendizaje sea divertido para los niños de tres años, sino que también son fundamentales para su desarrollo integral.